Diferencias entre la carrera de traducción e interpretación

Las carreras de traducción y de interpretación son dos de las profesiones más elegidas por los amantes del lenguaje y de aprender idiomas. Sin embargo, fuera del ámbito profesional o incluso antes de optar por uno de los dos caminos, no todos saben en qué difieren ambas.

Para comenzar a desentramar las singularidades entre traductorado e interpretariado, primero veamos qué es lo que tienen en común. Por empezar, en ambas profesiones se ponen en juego conocimientos lingüísticos y culturales, las dos requieren un buen dominio de la gramática y los idiomas, y la habilidad social de comunicarse de forma clara y eficiente. Sin embargo, la principal diferencia entre las carreras de traducción y de interpretación es el medio a través del cual se presta el servicio: mientras los traductores profesionales nos encargamos de traducir textos escritos, los intérpretes se especializan en traducir oralmente el idioma hablado. 

A continuación, les presentamos las 4 diferencias básicas entre la traducción de textos y la interpretación para facilitar la elección de tu carrera universitaria o saber qué tipo de servicio es el que necesitas:

 

1. Lenguaje oral vs. lenguaje escrito

Como hemos visto en la introducción, traducir un texto es transmitir el significado del mismo de forma escrita en otro idioma. En cambio, la interpretación supone explicar oralmente el significado de algo dicho, también en otro idioma. 

Más allá de la diferencia en cuanto a uno u otro lenguaje, otra distinción muy importante es la temporalidad: mientras la traducción se realiza luego de que el texto fue escrito en su idioma de origen, la interpretación se realiza de forma simultánea a la transmisión oral del contenido. Así, un intérprete puede trabajar en persona, por teléfono o a través de un video en vivo, en el exacto momento en que tiene lugar tanto la emisión como el servicio de interpretación. Algunos de los trabajos más usuales para un intérprete son conferencias académicas o culturales, consultas médicas, reuniones laborales transnacionales e instancias judiciales, entre otros. 

Por lo tanto, los traductores profesionales poseen más tiempo y pueden servirse de materiales de consulta para perfeccionar su trabajo y obtener los mejores resultados en sus traducciones escritas (artículos periodísticos o académicos, libros, páginas web, subtitulados, etcétera). 

 

 

2. Detallismo y precisión

Al igual que vimos en nuestro artículo “5 consejos para ser un traductor profesional” el trabajo de un traductor tendrá mejores resultados y será más valorado cuanto más invisible sea su paso por el texto. Al fin y al cabo, lo que siempre estamos buscando es la transmisión más fiel del contenido en un nuevo idioma.

Por distintas cuestiones –especialmente la simultaneidad- la interpretación nunca puede ser tan exacta como la traducción. Si bien los intérpretes profesionales siempre buscan la perfección en su trabajo, es sumamente desafiante lograr ser 100% fieles al significado, el sentido y la expresión con tan poco tiempo para procesar la información y transmitirla inmediatamente en otro idioma. Las herramientas más valiosas para un intérprete son la experiencia y la buena memoria, dos atributos invaluables para ejercer esta profesión. 

En este sentido, el tiempo inclina nuevamente la balanza en favor de los traductores, que pueden revisar su trabajo y modificarlo cuantas veces quieran para lograr la versión más exacta del mismo.

 

 

3. Direccionalidad de la comunicación

En general, los traductores profesionales traducen textos tanto de otro idioma a su lengua materna como en sentido opuesto: de su lengua materna al idioma en el que se especializan. Sin embargo, este trabajo no suele hacerse de manera simultánea. 

En cambio, en la tarea de los intérpretes es mucho más usual que deban traducir al instante en ambas direcciones; por ejemplo, durante una exposición sobre un determinado tema entre un español y un inglés que debe ser traducida y reproducida al instante para que ambos participantes de la conversación puedan entenderse, sumar información al respecto y responderse mutuamente. 

 

 

4. Los desafíos de ambas profesiones

Como hemos visto en los distintos artículos de este blog, no basta con saber comunicarse en un determinado idioma para poder traducir un texto o interpretar una conversación.

Los falsos cognados que tanto confunden a los principiantes, los modismos de cada lengua, las metáforas y analogías, las palabras sin equivalente exacto en otro idioma y aquellas que tienen más de un significado, complejizan la tarea de intérpretes y traductores profesionales

Sin embargo, en el trabajo de los intérpretes se suma otro desafío más: deben poder transmitir en un nuevo idioma el tono y la intención dada por un hablante a su discurso. Este es un auténtico reto para quienes ejercen la profesión, ya que implica captar cabalmente la comunicación verbal y no vernal de la persona en cuestión.

 

Esperamos que esta información y las 4 diferencias entre las carreras de traducción y de interpretación hayan sido de ayuda para conocer más sobre ambas profesiones, poder elegir un camino académico acorde a tu perfil o saber reconocer qué servicio necesitas. ¡Hasta la próxima!